Desde Carnaval hasta experimentos caseros, los niños empiezan a jugar con el maquillaje desde bien pequeños.
Durante los últimos años, la oferta de productos cosméticos infantiles se ha diversificado y especializado de forma considerable. De hecho, en actualidad existen diversas marcas y productos de las líneas de cuidado infantil y maquillaje de uso infantil.
Los maquillajes infantiles incluyen diversos productos, entre ellos maquillaje artístico en diferentes formatos y sets de maquillaje. Podemos encontrar paletas de maquillaje que se aplican con esponja o pincel humedecidos con agua, maquillaje en cera o en lápices. Habitualmente se retiran con agua tibia y jabón. Y cada año aparecen en el mercado productos novedosos.
Hasta ahora pocos consumidores se habían cuestionado si estos productos podían resultar agresivos para la piel de sus hijos. Sin embargo, una de las consecuencias de la ola de “lo natural” ha traído consigo esta preocupación, reforzada por algunos casos de cosméticos infantiles retirados del mercado, como un kit de maquillaje infantil de una marca conocida retirado en el año 2018 porque su fórmula contenía amianto. Esta preocupación de los consumidores obliga a la industria a reforzar los controles, ya de por sí estrictas, y comunicar de manera clara y transparente la seguridad de los productos dirigidos a los niños.
Habitualmente, los maquillajes infantiles incluyen ingredientes usados en cosmética para adultos, aplicando las limitaciones pertinentes definidas en el Reglamento sobre productos cosméticos. Pero, ¿es la piel de los niños igual que la de los adultos?
La piel infantil
La respuesta es: no. La piel de los niños cuenta con la epidermis y el estrato corneo más finos que la de los adultos, por lo que es menos eficaz como la barrera protectora. Se ha observado también que la perfusión de la sangre es mayor en la piel infantil comparada con la adulta. Además, la relación entre la superficie cutánea y la masa corporal es superior en el caso de los niños, lo que podría causar efectos sistémicos más intensos o distintos en niños que en adultos. Se sabe también que la piel de los niños es más sensible a sustancias alergénicas o irritantes. Finalmente, los órganos o sistemas en desarrollo en organismos infantiles pueden ser especialmente sensibles a los efectos tóxicos de sustancias perjudiciales. Todos estos factores indican la necesidad de una selección de ingredientes cautelosa, una formulación cuidadosa y una evaluación de seguridad de un producto cosmético infantil exhaustiva.
Elección de ingredientes
La seguridad debe ser la premisa principal de un producto para el uso infantil. Por tanto, aconsejamos empezar el diseño de este tipo de productos mano a mano con un experto en toxicología. Es necesario evaluar cada materia prima al inicio del proceso de desarrollo para asegurarse de que todos los ingredientes sean inocuos para sus jóvenes usuarios. En la evaluación de potenciales materias primas para productos infantiles, entre ellos maquillajes, hay que tener en cuenta los posibles efectos tóxicos globales, que afectan a los sistemas nervioso, inmunitario, respiratorio y endocrino del niño. Debido a su fisiología y características físicas, todos estos sistemas están potencialmente más expuestas a sustancias tóxicas en niños comparando con adultos. Dichas sustancias pueden potencialmente afectar la salud de un niño a largo plazo. Por ejemplo, está descrito que la exposición a sustancias que afectan el desarrollo de la inmunidad celular puede provocar que el niño muestre más predisposición a sufrir determinados tipos de cáncer e infecciones. Según la guía “Cosméticos seguros para niños pequeños” elaborada por Comité de Expertos en Productos Cosméticos (P-SC-COS) del Consejo de Europa, se deben elegir los ingredientes que cuentan con datos favorables sobre su toxicidad reproductiva para evitar los posibles efectos adversos en niños. De manera especial, resulta importante disponer de datos sobre toxicidad reproductiva en una generación (o varias). Debemos también prestar especial atención a la presencia de los alergenos, posibles trazas e impurezas. Sobra mencionar, que en las fórmulas de para niños no deben incluirse sustancias clasificadas como CMR (carcinógenas, mutágenas o tóxicas para la reproducción), así como los las sustancias con propiedades disruptoras endocrinas, o las no clasificadas como CMR pero para las que existen datos relevantes que demuestren que tienen un potencial carcinogénico, mutagénico o reprotóxico.
A la hora de diseñar una fórmula cosmética hay que tener en cuenta la seguridad de ésta en las condiciones normales y previsibles de uso. En caso de los cosméticos infantiles hay que tener en cuenta que, considerando las características fisiológicas de niños, sus hábitos de comportamiento (ej. morderse las uñas, lamerse los dedos o las manos) y la zona de aplicación, la exposición a determinadas sustancias o a sus efectos tóxicos pueden aumentar en comparación con los adultos. Y no podemos olvidar de una correcta conservación del producto para mantener intactas las características del producto y para evitar cualquier riesgo de infección ocular o de la delicada piel infantil.
Estudios de seguridad de maquillaje (u otro producto) infantil
El maquillaje infantil, como cualquier producto cosmético debe cumplir con requisitos de información, calidad y seguridad definidos en Reglamento sobre los productos cosméticos. Pero según la legislación vigente y las normas éticas, no se pueden realizar estudios de seguridad de los cosméticos infantiles en niños. ¿Cuál es la solución entonces? – Realizar el estudio de seguridad usando la población adulta. Teniendo presentes las diferencias entre la piel infantil y adulta, se realiza este tipo de estudios aplicando el producto en sitios con piel más sensible, habitualmente en la parte interior del antebrazo (test de irritación dérmica y sensibilización). Se suele usar también voluntarios con piel sensible, para que las condiciones del estudio se asemejen en la medida de lo posible a las condiciones de uso. Para los productos de maquillaje infantil se deben realizar también los estudios de irritación ocular.
¿”Natural” igual a “seguro para niños”?
A pesar de la creencia popular, un producto eco o natural no es necesariamente más seguro para nuestros pequeños que uno que no cuenta con este sello, ya que hay varios los productos naturales que contienen alérgenos o pueden causar sensibilización cutánea. Sin embargo, el consumidor final asocia estos sellos con la seguridad. Así, si optamos por este claim en el maquillaje para niños tengamos en cuenta que la “naturalidad” de nuestro producto no nos exime de la necesidad de realizar una cuidadosa evaluación de seguridad de ingredientes y de la realización de los estudios de seguridad del producto.
Para finalizar, no olvidemos que la presentación de un producto cosmético para niños (su forma, olor, color, aspecto, envasado, etiquetado, volumen o tamaño) no deben de dar pie a confundirlo con un alimento para que no pongan en peligro la salud ni seguridad de los pequeños.
Como ves, es necesario que, a la hora de diseñar un producto infantil, incluidos los maquillajes, cuentes con la opinión de un experto que evalúe todos los ingredientes mucho antes de empezar las primeras pruebas de formulación y que te guiará en el proceso de demostrar la inocuidad de tus productos para tus clientes más jóvenes.