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En el 2013 la Unión Europea prohibió la experimentación de productos cosméticos en animales en respuesta a la exigencia de consumidores, que se decantaban cada vez más por los productos “no testados en animales”. En los últimos años han aparecido también productos “cruelty-free”, que nacen de la preocupación del público por el bienestar animal.
Ahora otra gran tendencia está cobrando fuerza – la del claim “vegan”. Aunque no es un término nuevo – fue acuñado en el año 1944 por Donald Watson – hasta hace poco era conocido por un grupo reducido de personas. Sin embargo, desde hace pocos años está cobrando fuerza y se ha convertido en la palabra conocida por (casi) todos, aunque no todos saben realmente que significa.
Antes de continuar, quédate con esta definición de lo que es la cosmética vegana.
Ser vegano significa evitar cualquier producto que tiene origen animal. Es un estilo de vida que nace del respeto profundo a animales como seres vivos, así como de preocupación por el medio ambiente e incluso de razones humanitarios vinculados con el cultivo de animales. Veganismo abarca todos los aspectos de vida de la persona vegana: la más notable es la alimentación, pero también textiles, medicamentos, formas de entretenimiento (circos con animales, caza etc.), o cosmética. Es importante entender de que un vegano no evita solamente la carne, pero también cualquier producto originado por los animales, como la leche, miel, o lana.
Así, la cosmética vegana es la cosmética que no emplea productos de origen animal ni sus derivados, como glicerina de origen animal o colágeno de origen animal. Los veganos suelen leerse con detenimiento la lista de ingredientes de los productos cosméticos para evaluar los INCIs empleados y evitan productos que no cumplen con sus exigencias.
Mercado en crecimiento continuo
Con cada año hay más personas que eligen la filosofía vegana para su vida y empiezan a formar un mercado lo suficientemente grande para ser de interés de las empresas. Así, por ejemplo, en Alemania hay más de 800 000 veganos, en España 230 000 y en el Reino Unido – 600 000. Si a estos números les sumamos personas que se declaran vegetarianas, que también pueden ser consumidores potenciales de cosmética vegana, estos números incrementan de manera significativa: en Reino Unido, el 12% de los adultos, es decir, 7,7 millones de personas, y el 20% entre 16 y 24 años son vegetarianos o veganos.
En los últimos años, el número de personas que se declaran veganas ha ido en aumento en Europa y en el resto del mundo. La mejor prueba para esto es que el británico The Economist bautizó el 2019 como el año del veganismo. Teniendo en cuenta los cambios climáticos y socio-económicos que se avecinan es de prever que este segmento seguirá creciendo en los próximos años. Por ejemplo, en Estados Unidos, el número de veganos ha aumentado de un 1% a un 6% entre los años 2014 y 2017, según un informe de GlobalData.
Público joven y exigente
La mayoría de las personas veganas son jóvenes de entre 15 y 35 años que viven en países desarrollados. Los veganos suelen buscar información sobre los productos que consumen y contrastan varias fuentes de información. Por tanto, hablamos de un consumidor consciente que exige un producto honesto, transparente y ético, pero sin renunciar la eficacia ni los avances tecnológicos. Es más, muchos de los veganos ven en tecnología y biotecnología una ayuda para reconciliar sus valores éticos con las necesidades prácticas de su día día. Un ejemplo del desarrollo enfocado en este grupo puede ser Piñatex, un cuero vegetal desarrollado a partir de piña que sustituye el cuero animal en una variedad de productos, siendo a la vez más sostenible.
Productos éticos y eficaces
Ahora bien, ¿hacer un producto vegano significa renunciar la eficacia? La respuesta es – ¡para nada!
Existe una multitud de ingredientes activos vegetales que tienen eficacias excelentes, iguales o mejores que los derivados animales. Aunque algunos productos animales, como colágeno, son difícilmente sustituibles por productos botánicos, muchos activos botánicos han demostrado su excelente eficacia en lo que se refiere al aumento de producción de colágeno y elastina de manera endógena por los fibroblastos de la piel. Por tanto, un producto vegano bien diseñado puede ser altamente eficaz y tecnológicamente avanzado.
Fermentos bacterianos – ¿son veganos o no?
Una de las dudas que se encuentra a menudo es si los fermentos bacterianos se pueden o no aplicar en productos veganos. La respuesta viene de la misma filosofía del veganismo, aceptada por la gran mayoría de personas veganas: un vegano evita productos y derivados obtenidos de los animales “sintientes”, o sea – los que disponen del sistema nervioso central. Una bacteria no pertenece al reino animal, ni, por supuesto, tiene un sistema nervioso. Por tanto, sería aceptable en un producto vegano.
Claims adicionales: natural, eco/bio y clean beauty
Muchos, si no la gran mayoría, de veganos son personas preocupados por la sostenibilidad. Por tanto, buscan productos hechos de plantas cultivadas sin pesticidas y con métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente. Por tanto, es una buena idea acompañar tus productos veganos con el claim eco/bio o natural.
Vinculado con lo anterior es el trend “clean beauty”, cada vez más popular no solamente entre veganos, pero entre el público en general. Así, evitar ingredientes como sulfatos o siliconas en tus productos veganos podría ser una buena idea.
¿Qué significa esto para tu empresa?
Como comentamos antes, el movimiento vegano lleva ya más de siete décadas en un continuo crecimiento, acelerado en los últimos años. Cada vez más personas eligen este modo de vida por el respeto a los animales y al planeta, pero no están dispuestas de renunciar el uso de buenos productos cosméticos. El cliente vegano ya no se queda satisfecho usando la crema “vegana” con eficacia limitada. En cambio, exige resultados visibles y contrastados. Teniendo en cuenta la calidad de los ingredientes activos botánicos, de algas y fermentos bacterianos que tenemos a nuestra disposición, sin contar los ingredientes de síntesis, es perfectamente factible responder a esta demanda.
Sería una opción interesante que las empresas normalmente no enfocadas en productos naturales o bio tengan en su oferta las versiones veganas de sus productos, igual que las empresas cárnicas introducen en sus ofertas productos 100% vegetales, como El Pozo por ejemplo. Una cosa está clara – la tendencia vegana ha venido para quedarse y debes encontrarle un hueco en tu oferta.
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