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Con este artículo iniciamos nuestro nuevo bloque de entradas; el Trend Tracking. Su objetivo es identificar y comentar las tendencias que aparecen en el mercado cosmético y evaluar sus aspectos científicos y/o comerciales. Empezamos con la tendencia de la luz azul, o blue light.
Está bien sabido que la radiación solar es la causa principal del envejecimiento cutáneo. Se habla principalmente del efecto de la luz ultravioleta (UV) en la piel, aunque se demostró también el efecto dañino del espectro visible de la radiación solar. La luz visible supone casi 50% de la radiación solar y entre sus diferentes ondas hay una que últimamente genera mucho interés: la luz azul. Aunque el campo de fotobiología estudia la luz azul y su efecto en la piel humana desde los finales de siglo XX en el campo de fotobiología (ej. Kollias & Baqer, 1984), no ha sido hasta los últimos años que ha trascendido al campo de cosmética.
¿Qué es la luz azul?
¿Pero, que es exactamente la luz azul? La “Luz azul” es el nombre común de la franja de radiación solar llamada “high energy visible HEV light”, con la longitud de onda entre 400-495 nm. La emiten tanto el sol, como los aparatos electrónicos como móviles, pantallas de ordenadores o de tablets, aunque todavía no está claro si la cantidad de luz azul emitida por estos últimos es suficiente para tener efectos en nuestros tejidos.
El efecto de la luz azul en células vivas
Al día de hoy está bien descrito en la literatura científica el efecto negativo de la luz azul en la piel humana. Se demostró que luz azul induce el estrés oxidativo en queratinocitos (ej. Nakashima et al. 2017). Causa también la hiperpigmentación de la piel y puede tener parte de culpa de la aparición de las manchas en la piel debido a la intensificación del proceso de melanogénesis (Regazzetti et al. 2018). Se ha descrito que la luz visible puede generar también cambios en los lípidos del estrato corneo, lo que tendría un efecto directo en su función barrera (Lohan et al. 2016). Aunque algunas publicaciones indican el efecto beneficioso de la luz azul en pieles con ciertas patologías (eg. Garza et al. 2018), la evidencia científica parece apuntar a los efectos dañinos de este espectro de la luz en las células cutáneas sanas.
Se han propuesto diferentes combinaciones de filtros solares para limitar la llegada de ondas visibles a la piel, pero la industria cosmética ofrece también varios ingredientes activos con la eficacia demostrada que mitiga o previene los efectos dañinos de la luz azul (ej. Campiche et al. 2020, Lorrio et al. 2020).
Ahora, la pregunta es, ¿se han convertido esta tendencia en madura, o sigue siendo un nicho?
¿Es el momento de aprovechar la tendencia de luz azul?
Aunque el impacto de la luz azul no sería tan intenso en nuestra piel como la radiación UV, en este preciso momento (teniendo un año de pandemia a nuestras espaldas), hemos de tener en cuenta un factor muy importante que ha marcado el 2020 y el 2021: el confinamiento.
Varios informes indican que durante este último año hemos cambiado nuestros hábitos. Y no hablamos solamente del teletrabajo, que, como se demuestra, supone más horas delante del ordenador que las que hubiésemos pasado en nuestras oficinas. Hemos tenido también cambiar nuestros hábitos de ocio. Con los restaurantes y otros establecimientos (cines, teatros etc.) cerrados, la mayoría de personas ha optado por conectarse a internet para jugar, relacionarse o descansar viendo una serie. O sea – para estar delante de una pantalla.
Por ejemplo, según estudios de Facebook, los usuarios han incrementado la media de uso de su plataforma un 40 minuto diario desde el inicio de la pandemia.
40 minutos diarios no parece mucho tiempo, pero si extrapolamos el cálculo a nivel mensual, se registran 20 horas de más en el uso solamente de esta de red social.
¿Te acuerdas que comentamos de que todavía faltan datos para concluir de manera rotunda si la cantidad de luz azul emitida por las pantallas es suficiente para tener efecto en nuestra piel? Pues bien, podemos suponer que con este incremento tan importante de exposición a la luz azul artificial sería prudente tomar medidas que nos protejan de ella.
¿Conclusión?
Sabiendo esto, podemos ver que nuestro público potencial es enorme, y no solo se trata de un nicho. Sin embargo… te retamos a preguntarle a 8 familiares o amigos, ¿si saben qué es la luz azul?
Es muy probable que más del 80% te respondan que no lo saben, y que tampoco les suena.
Esto supone la necesidad de educar al consumidor y explicarle que beneficios le aportan los productos con el claim sobre la luz azul.
Ahora, ¿cuáles son las ventajas de lanzar una línea de cosméticos de protección a la luz azul?
La principal ventaja, es que se trata de un mercado aún desaprovechado en cosmética. Nuestra competencia será casi nula.
Otra gran ventaja, es que nos estamos dirigiendo a la subcategoría cosmética que más éxito tiene: la de skin care. Sin duda, la preocupación de los consumidores por como luce su piel es incesante además de ser la que más predomina en su mente al pensar en cómo se ven.
Si decides lanzarte a la aventura de los cosméticos que mitigan los efectos de la luz azul, es importante que lo hagas acompañado de expertos en I+D cosmético que te puedan guiar en el camino del desarrollo para que acabes lanzando un producto ganador. Desde Bloometíc te ofrecemos el asesoramiento que necesites para que la idea que tengas en mente se materialice de la forma más rápida, simple y rentable posible.
Bibliografía:
Becker A. et al. 2016. Scientific Reports, 6: 33847.
Campiche R. et al. 2020. International Journal of Cosmetic Science, 42: 399-406.
Garza Z.C.F. et al. 2018. Current Medicinal Chemistry, 25: 5564-5577.
Kollias N. & Baqer A. 1984. Photochemistry and Photobiology, 39: 651-659.
Lohan S.B. et al. 2016. Experimental Dermatology, 25: 380-385.
Lorrio S. et al. 2020. International Journal of Molecular Sciences, 21: 988.
Nakashima Y. et al. 2017. Free Radical Biology and Medicine, 108: 300-310.
Regazzetti C. et al. 2018. Journal of Investigative Dermatology, 138: 171-178.
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