Seguro que muchas veces te has preguntado cuáles son los factores que influyen a la decisión de compra de tu producto. Resulta que, a parte de la confianza que el cliente tiene a tu marca o de un precio atractivo, los sentidos juegan un rol importantísimo. Aplicar el marketing sensorial que actúa a través de los sentidos es una excelente idea para aportar un extra en diferenciación, y más en el mercado actual, saturado con mensajes y anuncios.
¿Qué es el marketing sensorial?
Las técnicas de marketing sensorial engloban todas las acciones que actúan de manera directa al subconsciente del cliente y sus sentidos (la vista, el olfato, el tacto, el oído y el gusto) con el propósito de inducir unas reacciones definidas por parte del consumidor, como llamar la atención, la compra o incluso la fidelidad a la marca.
Se estima que casi un 70% de las opiniones positivas sobre las marcas tiene el fondo emocional, incluso cuando los consumidores están convencidos sobre la racionalidad de sus opiniones. Además, un consumidor medio pasa casi un 85% en modo “automático”, tomando las decisiones de manera emocional. Precisamente estos datos indican la importancia del marketing sensorial en construir una marca fuerte y reconocible.
¿Cómo aplicar el marketing sensorial?
Para aplicar el marketing sensorial, hay que diseñar estímulos que afecten a los sentidos del cliente potencial:
- El olor y su intensidad, adecuados para el sexo y la edad del cliente potencial.
- La imagen, el packaging, grafismos, colores o luz.
- Sonidos, música, el tono de la voz.
- El tacto de materiales y superficies y su temperatura.
- El sabor, frescura, calidad.
Estos detalles se aplican desde hace mucho en cosmética en caso de un producto acabado. Pero son también importantísimos en espacios pertenecientes a la marca. Todo cuenta – la decoración del salón de belleza o de la tienda, la presentación de productos adecuada y las luces que los exponen, pero no intimiden al cliente. No podemos olvidarnos de la música adecuada, que transmita los valores de la marca – el relax, el lujo o, por el contrario, el dinamismo y juventud. Si a todo esto añadimos la actitud discreta y agradable del personal comercial, la experiencia se convierte en óptima y garantiza una asociación positiva con nuestra marca.
Para poder aplicar este tipo de marketing en tu caso, empieza por imaginarte que entras en tu tienda o salón de belleza por primera vez, o que es la primera vez que tienes tu producto en la mano. ¿Qué sientes cuando entras por la puerta? ¿Qué es lo que ves primero? ¿Qué es lo que oyes? Puedes preguntar también a tus clientes de confianza por sus sensaciones – ¡sus opiniones serán impagables!
Hecho este primer análisis, decide qué imagen de tu marca quieres proyectar, dependiendo del grupo social al que te diriges y su edad. ¿Quieres proyectar una imagen de relax, spa de lujo, o quizás la frescura y dinamismo urbano? ¿Qué emociones quieres crear en tus clientes? Basándote en esta información, diseña los cambios necesarios para crear el efecto que buscas.
Una marca sensorial
Una marca sensorial es precisamente la que crea sus propios rituales sensoriales, con los que puede ser fácilmente relacionada. Se puede tratar de una línea musical que oye el cliente al entrar al salón o tienda, un masaje relajante que se ofrece siempre después de cuidados faciales, un olor agradable y característico de nuestro producto o establecimiento, u obras de arte específicas en las paredes de nuestras tiendas.
Cada uno de estos sentidos será también un excelente tema de conversaciones entre tus clientes, lo que reforzará más aún el boca a oreja y la notoriedad de tu marca. Juega entonces con olores, sonidos, texturas, colores, emociones y asociaciones, conjugándolos con gracia para crear una experiencia de relax holística.
Experiencias holísticas
Hoy en día un buen restaurante ya no ofrece solamente una buena comida, pero también un ambiente adecuado, comodidad, una experiencia única. Así mismo debes de tratar a tu marca cosmética – intenta aportar emociones y sensaciones que ayudarán en la percepción holística de tus productos. En vez de un producto o servicio, propón “una experiencia relajante”. Haz que el tiempo que el cliente pase con tu marca – sean los 40 minutos de limpieza facial en el salón de belleza o los 3 minutos de aplicación de tu crema facial – sea inolvidable.
Recuerda que el ser humano no tiende a tener recuerdos, no de datos, sino de emociones.
Olor – el más importante
Según los estudios, el olfato es el sentido que más influencia tiene en nuestras decisiones de compra. En el segundo lugar se encuentra la vista, seguida por el oído y tacto.
Seguramente ya sabes, que los olores pueden despertar en nosotros emociones, o recuerdos concretos que vienen “de la nada” de vivencias o personas. Hay olores que nos encantan, nos relajan, y también los que no nos agradan, que pueden irritar o inspirar la inquietud. Entre todas las sensaciones que podamos percibir, precisamente los olores son los que reconocemos casi sin equivocarnos y los registramos según nuestras experiencias previas. Nos gusta volver a los olores que asociamos de manera positiva, los buscamos de manera subconsciente. Ten esto en cuenta creando el ambiente en tu local o eligiendo la fragancia para tus productos. Piensa qué experiencias quieres transmitir a tu cliente, que emociones quieres despertar en él. Esto te garantizará que la visita en tu salón de belleza o el uso de tu producto será para tu cliente un momento especial y que querrá volver a vivirlo.