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La pandemia no solo ha cambiado nuestra forma de movernos por el mundo, sino también la forma en la que consumimos. Hemos visto cómo aparecen nuevos motivos que impulsan a los consumidores a comprar productos de una forma diferente, pero también cómo aparecen nuevos hábitos.
Es decir que, no solo se han modificado nuestras costumbres, sino que también han aparecido nuevas. Es por lo que nosotros, como empresas cosméticas hemos de detectar tanto las nuevas necesidades que han aparecido en el consumidor, como las nuevas necesidades que van a surgir en un futuro muy cercano.
Si quieres conocer cuáles son estas nuevas necesidades, sigue leyendo.
Nuevos rituales
Pasar tanto tiempo encerrados en casa no solo ha hecho que veamos la vida de otra forma, sino que busquemos de forma proactiva nuevos hábitos que incluir en nuestras rutinas. Es interesante ver cómo algunas búsquedas realizadas en Google, como por ejemplo la “meditación guiada”, han aumentado más de un 600% durante el 2020.
El periodo de estrés generado a raíz del COVID y de los confinamientos nos ha hecho buscar nuevas formas para relajarnos en casa. Aunque en varias comunidades autónomas (y países), las restricciones hayan disminuido, la inseguridad por llevar una vida “normal” sigue estando a la orden del día. Es por lo que los consumidores siguen consumiendo la mayor parte del tiempo desde casa, lugar en el que buscan llevar a cabo actividades de relajación, ocio y demás.
Tendencias como la de la meditación guiada pueden suponer una oportunidad para las empresas cosméticas, ya que aparece la posibilidad de intervenir con productos complementarios a dicha actividad. Ligado a la meditación, las actividades de mindfulness realizadas en casa también han visto un claro aumento, guiado por las plataformas como Youtube o Google.
Es importante tener en cuenta que los rituales no solo giran en torno a actividades, pero también a productos.
¿Qué significa esto?
Que los consumidores también adoptan rituales que usan para relajarse mediante una “auto-sesión” de personal care. Para ello, podemos aprovechar las tendencias del momento para introducir nuestros productos como punta de lanza a nuevos segmentos de consumidores, y también para estar más presentes en la vida de aquellos clientes que ya nos compraban con anterioridad.
Una nueva forma de consumir
Además de estar en la era de la información, estamos en el año de la preocupación. En este caso, debemos tener muy claro que los claims ya no son suficientes para conseguir que los clientes de cosmética compren nuestros productos.
Actualmente, el proceso de compra se ordena en las siguientes fases:
- Captar la atención
Para captar la atención usaremos el diseño del packaging que será lo más llamativo a la hora de ser una primera opción entre varios proveedores de un producto en concreto.
- Generar el interés
Aquí es donde intervendrán los claims, que permitirán despertar el interés del consumidor en averiguar más información acerca de nuestro producto y considerarlo como una opción potencial para su compra.
- Respaldar nuestro producto como sostenible
En este paso, el consumidor buscará respaldar los claims con que el producto sea sostenible. Al contrario que muchos proveedores piensan, los estudios de consumo han destacado que el factor de la sostenibilidad es un “must”, pero no es el primer aspecto en el que se fijará el consumidor. Sin embargo, es aquel en el que se fijará para convalidar la información recalcada en los claims.
- Concluir la venta con el INCI
Como último paso, la persona interesada en nuestro producto buscará convalidar toda la información anterior con el INCI del producto. Aunque nuestros clientes no sean el responsable de R&D de L’Oréal, disponen de herramientas (apps) que les ayudarán a escanear los INCI, y así poder indagar sobre cada ingrediente. Recuerda que las redes sociales tienen un peso muy importante en este aspecto, en el que los y las influencers sirven de punto de referencia sobre qué comprar y qué no comprar.
Como ves, el último paso es el que más importancia ha cobrado desde que empezó la pandemia. No solo ha aumentado la preocupación por no contraer el COVID, sino que esta preocupación también se ha expandido a otros aspectos de nuestra vida. Es decir, que ha incrementado la preocupación general por consumir productos que tengan un impacto positivo en nuestra salud.
El consumidor invierte un tiempo adicional en verificar que los productos que compra para su propio consumo y para el de sus cercanos no contenga ningún ingrediente “indeseado”.
Transformación de nuestras fórmulas
Así pues, adaptar nuestra fórmula para que esté alineada con las necesidades y las preocupaciones del consumidor es un imperativo en el 2021. Las marcas indie están conquistando nichos, comiéndole terreno a grandes empresas que no tienen una capacidad de desarrollo tan ágil como lo tienen las pequeñas corporaciones. Estas pequeñas empresas disponen de una estructura mucho más rápida que les permite posicionarse desde un principio en un nicho concreto y crearse una imagen de marca muy diferenciada y transparente.
Aquí es muy interesante coger ejemplo de otros sectores en los que las grandes empresas han segregado una parte de su empresa, o creado un nuevo núcleo reducido, que les permite crear su propia competencia con pequeñas marcas de nicho.
Está claro que la experiencia y los recursos de las grandes empresas son una ventaja competitiva enorme, pero muchas de ellas no la aprovechan lo suficiente.
Una forma interesante de adaptar nuestros productos al mercado de forma rápida sin perder nuestra capacidad de desarrollo interno, es el subcontrato de expertos en I+D cosmético que se dedican a nuevos desarrollos. La gran ventaja de esta opción es que dispondremos de un profundo conocimiento del mercado, además de una estructura externa que supondrá un coste variable. Por supuesto, gestionado desde nuestro interior y con un contrato de confidencialidad que nos protegerá de todo tipo de transmisión de información.
Bloometíc es la empresa que más polivalencia presenta en cuanto a conocimientos en I+D y a marketing cosmético, siendo la opción más recomendable para muchas empresas del mercado europeo.
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